¿El nuevo dispositivo portátil Oilvent sustituye a la campana extractora? No cumple con la normativa española técnica, sanitaria y vigente.
Vamos a ver, que no es tan complicado. Uno puede modernizar, uno puede rediseñar, uno puede hacer más bonito, más compacto o más intuitivo. Pero hay cosas que no se pueden sustituir por un artefacto de sobremesa con filtros y buena voluntad. Una de esas cosas, damas y caballeros, es la campana extractora en una cocina profesional. Y lo decimos desde este blog de hostelería, donde el humo no se camufla con palabras bonitas: el aparato portátil Oilvent no cumple con la normativa española, ni de lejos.
Una campana no es un capricho, es un requisito legal obligatorio
Lo primero: el Código Técnico de Edificación (CTE), junto con el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y otras perlas legislativas de similar densidad, dejan muy claro que toda cocina destinada a la hostelería debe contar con un sistema de extracción mecánica de humos, de instalación fija, con evacuación directa al exterior y una potencia acorde al volumen de trabajo.
No se trata de modas. No se trata de innovación sin reglas. Se trata de que si hay fuego, vapor, aceite y alimentos en ebullición, hace falta una campana extractora homologada, con su correspondiente motor campana extractora, su sistema de filtrado y su instalación bien anclada, segura y eficiente.
Y si usted cree que un artilugio portátil, por muy estilizado que sea, puede sustituir todo eso... va listo.
La altura campana extractora: ni más ni menos, lo justo para no acabar en urgencias
La altura campana extractora es un dato técnico, no un adorno. No está para agradar a la vista ni para despejar encimeras. Está para que el humo, el vapor y la grasa sean captados de forma eficaz sin riesgo para el cocinero. La normativa marca medidas concretas según el tipo de equipo de cocción y el volumen de humos generado.
Y no, Oilvent no permite ningún tipo de ajuste en altura. Se coloca sobre la superficie de cocinado, sin control sobre su campo de acción, sin capacidad de cubrir varios fuegos y con un radio de acción que haría reír a cualquier técnico de prevención de riesgos laborales.
Motor campana extractora: el músculo que Oilvent nunca tendrá
Aquí es donde la cosa se pone seria. En una cocina profesional, la capacidad de extracción se mide en metros cúbicos por hora (m³/h), y la normativa exige valores que superan los 2.000 m³/h para cocinas medianas. Un motor campana extractora profesional está diseñado para mover aire, vapor, grasa y partículas de forma continua, sin parones, sin rendirse, sin sobrecalentarse.
¿Y qué ofrece Oilvent? Un ventilador de sobremesa con filtros. Un gadget sin homologación técnica, sin potencia certificada, sin caudal de evacuación. Es como querer apagar un incendio con un pulverizador de colonia.
La grasa no se engaña con marketing
Los cocineros lo saben: la grasa es tenaz. Se acumula, se pega, se infiltra. Y si no se extrae de forma eficaz, acaba en las paredes, en los techos, en los pulmones... y en los informes de inspección sanitaria. El sistema de evacuación debe ser capaz no solo de filtrar, sino de expulsar el aire contaminado al exterior.
Oilvent presume de filtros HEPA y carbón activado. Muy bien. Pero esos filtros, sin evacuación, solo reciclan el aire. Lo recogen, lo devuelven... y al final, todo se queda dentro. ¿Resultado? Olores, humo, partículas en suspensión y una atmósfera irrespirable. Y eso, en una cocina de hostelería, es inaceptable.
Sin campana no hay cocina legal
Desde este blog de cocinas industriales, lo decimos alto y claro: ningún local puede abrir sus puertas al público sin una instalación de extracción homologada. Las inspecciones lo saben. Las aseguradoras lo exigen. Y el sentido común lo dicta. No se trata de discutir avances tecnológicos, sino de comprender que una cocina profesional necesita garantías, no promesas.
Instalar un dispositivo como Oilvent en lugar de una campana extractora es una irresponsabilidad que puede costar sanciones, clausuras o algo mucho peor: una intoxicación o un incendio.
Normativa clara, soluciones claras: campana extractora, sí o sí
No hay margen para la improvisación. Una instalación reglamentaria incluye:
Campana extractora fija, construida en acero inoxidable.
Altura campana extractora adaptada a la normativa (entre 65 y 75 cm sobre el plano de cocción, según tipo de cocina).
Motor campana extractora con potencia acorde al volumen del local.
Conductos metálicos con salida independiente al exterior.
Filtros de retención de grasa fácilmente desmontables.
Todo lo que no cumpla esos puntos es, lisa y llanamente, ilegal en España.
Oilvent no es alternativa, es riesgo
No se puede disfrazar de innovación lo que, en esencia, es una chapuza técnica. Oilvent no cumple la normativa española ni por asomo. Y en el mundo de la hostelería, donde cada servicio es una carrera contra el reloj, donde el fuego nunca descansa y donde los márgenes son estrechos, no hay espacio para dispositivos sin respaldo técnico ni legal.
Por eso insistimos: si alguien pretende sustituir una campana extractora por este dispositivo portátil, que sepa que está jugando con fuego. Literalmente.
¿Cuántas mesas puedo tener en la terraza de mi bar cafetería urbana? Reglas esenciales para organizar y legalizar tu terraza
La cantidad de mesas en la terraza de un bar o restaurante no es una cifra arbitraria ni estándar. Depende de normativas municipales específicas, de la licencia otorgada por el ayuntamiento y de las condiciones físicas del entorno donde se encuentra tu negocio. Conocer estos factores resulta esencial no solo para evitar sanciones, sino también para optimizar el uso del espacio y mejorar la experiencia de los clientes.
Para colocar mesas y sillas en una terraza exterior es obligatorio contar con la licencia de ocupación de vía pública, también conocida como licencia de terraza o licencia de veladores. Este documento fija con claridad:
El número máximo de mesas y sillas autorizadas.
La superficie de ocupación exacta permitida.
El plazo de vigencia de la autorización (anual, estacional o temporal).
Las condiciones de uso, incluyendo horarios, diseño del mobiliario y limitaciones acústicas.
Sin esta licencia, cualquier instalación de mesas se considera ilegal y puede conllevar multas que oscilan entre 200 € y más de 3.000 €, además de la retirada inmediata del mobiliario.
El espacio útil de la vía pública es determinante. Generalmente, los ayuntamientos exigen mantener un paso libre para peatones de entre 1,80 y 2,50 metros.
Los principales factores que reducen la superficie autorizada son:
Mobiliario urbano como farolas, bancos, papeleras o contenedores.
Accesos a portales y garajes.
Paradas de transporte público (taxis o autobuses).
Arbolado urbano y zonas ajardinadas.
En calles estrechas, esto puede limitar el número de mesas a solo 2 o 3, mientras que en avenidas amplias se pueden solicitar más. Aquí resulta recomendable elegir mesa metalica hosteleria, ya que este tipo de mobiliario aprovecha mejor el espacio, es resistente y facilita la movilidad de los clientes.
Cada ayuntamiento establece su propia ordenanza de terrazas. Algunos ejemplos:
En Madrid, se exige un paso libre de 2,50 metros y se regulan estrictamente los horarios de apertura.
En Barcelona, se diferencian zonas saturadas de otras con más flexibilidad.
En Sevilla, se obliga a mantener más de 2 metros de paso en calles con gran tránsito peatonal.
El cumplimiento de estas reglas locales es esencial, y por ello, el uso de mesas de acero inoxidablese ha convertido en tendencia en ciudades con normativas más exigentes, ya que aportan estética uniforme, alta resistencia y facilidad de limpieza.
El documento de la licencia determina con precisión cuántas mesas se pueden instalar. Algunos ejemplos orientativos:
En una acera de 4 metros de ancho: autorización para 6 mesas con 4 sillas cada una.
En una plaza o bulevar: posibilidad de entre 15 y 20 mesas, siempre con permiso expreso.
En calles con terrazas contiguas: autorización reducida a 2 o 3 mesas.
En este blog para hosteleros, insistimos en que superar el número autorizado conlleva sanciones económicas y puede incluso suponer la suspensión de la licencia.
Además del espacio físico y la normativa municipal, existen condicionantes adicionales:
Zonas saturadas de terrazas: en barrios con exceso de solicitudes, se reducen las concesiones.
Estacionalidad: algunos ayuntamientos permiten ampliar el número de mesas en verano.
Eventos locales y festividades: se autorizan ampliaciones temporales.
Accesibilidad: deben garantizarse pasos para personas con movilidad reducida y salidas de emergencia.
Compatibilidad con negocios colindantes: en calles con varias terrazas, el espacio se reparte proporcionalmente.
Colocar más mesas de las autorizadas supone un riesgo económico y administrativo:
Multas que van desde 200 € hasta más de 3.000 €, dependiendo del municipio y la reincidencia.
Suspensión temporal de la licencia.
Retirada inmediata del mobiliario no autorizado.
Denegación de futuras ampliaciones.
El respeto estricto a las condiciones de la licencia es la mejor forma de evitar sanciones y mantener la confianza con las autoridades.
El trámite de solicitud se presenta ante el ayuntamiento de tu localidad. Generalmente, se requiere:
Solicitud oficial cumplimentada.
Plano detallado del espacio a ocupar, con medidas y disposición de mesas y sillas.
Fotografías actualizadas del entorno.
Descripción del mobiliario (mesas, sillas, parasoles, estufas, etc.).
Justificante del pago de la tasa municipal, variable según los metros cuadrados.
El plazo de resolución suele ser de uno a tres meses, dependiendo de la carga administrativa de cada consistorio.
La correcta organización de la terraza no solo depende de cumplir la normativa, también de ofrecer un espacio atractivo y funcional para los clientes:
Optimiza la distribución: mesas rectangulares en terrazas estrechas y redondas en espacios amplios.
Elige mobiliario uniforme y homologado: en muchos municipios se exige coherencia estética.
Mantén fluidez para peatones: evita que la terraza genere conflictos con vecinos o transeúntes.
Adapta el mobiliario a la temporada: parasoles en verano, estufas en invierno.
Renueva puntualmente tu licencia: generalmente, tienen vigencia anual.
Invertir en mesa metálica hostelería o en mesas de acero inoxidable garantiza resistencia, fácil mantenimiento y una imagen moderna que se adapta a las exigencias de los ayuntamientos y a las expectativas de los clientes.
Tener una terraza bien organizada y legalizada no solo evita sanciones, también impulsa la rentabilidad del negocio. Apostar por mobiliario duradero como la mesa metálica hostelería y las mesas de acero inoxidable, renovar la licencia a tiempo y diseñar una distribución atractiva son claves para ofrecer un servicio cómodo, seguro y ajustado a la normativa.