Tipos de extintores: conoce el más adecuado para cada tipo de incendio.
conocer los tipos de extintores existentes y su correcta aplicación es crucial para actuar eficazmente ante cualquier conato de incendio. Cada fuego tiene una naturaleza diferente, y por tanto, requiere una solución específica. Elegir el extintor adecuado puede marcar la diferencia entre controlar un incidente o agravar la situación.
Un extintor es un dispositivo portátil diseñado para combatir incendios en su fase inicial, mediante la expulsión de un agente extintor. Su funcionamiento se basa en la expulsión de dicho agente bajo presión, interrumpiendo uno o varios de los elementos del triángulo del fuego: combustible, oxígeno y calor.
Existen diversos tipos de extintores clasificados en función del agente que contienen y del tipo de fuego para el cual son eficaces. A continuación, exploramos a fondo cada uno de ellos.
Extintores de agua a presión: ideales para fuegos de clase A
Los extintores de agua son los más tradicionales y utilizados en riesgos comunes. Están compuestos por agua a presión, a veces con aditivos para mejorar su capacidad de penetración o reducir la tensión superficial.
Fuegos clase A: combustibles sólidos como madera, papel, cartón o tejidos.
Ventajas: económicos, ecológicos, no tóxicos.
Limitaciones: no deben usarse en fuegos eléctricos o de líquidos inflamables.
Este tipo de extintor enfría el combustible, reduciendo la temperatura hasta que el fuego se extingue. Es muy común en oficinas, centros educativos y domicilios.
Extintores de espuma: versatilidad en clases A y B
Los extintores de espuma AFFF (Aqueous Film Forming Foam) combinan agua con un agente espumante que forma una capa sellante sobre líquidos inflamables.
Fuegos clase A y B: materiales sólidos y líquidos inflamables como gasolina, gasoil o pinturas.
Ventajas: previene la reignición y cubre superficies rápidamente.
Precauciones: no se recomienda su uso sobre instalaciones eléctricas activas.
Este tipo de extintor es muy utilizado en garajes, talleres y áreas de almacenamiento de combustibles.
Extintores de polvo ABC: los más polivalentes del mundo extintor
Dentro del mundo extintor, el extintor de polvo seco ABC es uno de los más recomendados por su capacidad de actuación en múltiples clases de fuego.
Fuegos clase A, B y C: sólidos combustibles, líquidos inflamables y gases.
Ventajas: altamente eficaz, económico y de fácil uso.
Desventajas: puede dejar residuos difíciles de limpiar, daña equipos electrónicos.
El polvo actúa sofocando las llamas y rompiendo la reacción química de la combustión. Es ideal para industrias, vehículos y espacios polivalentes.
Extintores de dióxido de carbono (CO₂): limpieza y eficacia en fuegos eléctricos
El extintor de CO₂ utiliza dióxido de carbono comprimido como agente extintor. Es perfecto para espacios donde no se deben dejar residuos.
Fuegos clase B y equipos eléctricos energizados.
Ventajas: no deja residuos, no conduce electricidad, seguro para dispositivos electrónicos.
Limitaciones: poco eficaz en exteriores por su rápida dispersión, sin capacidad de enfriamiento.
Este tipo se utiliza en salas de servidores, laboratorios, hospitales, oficinas y cocinas industriales.
Extintores especiales: soluciones para fuegos de clase D y K
Además de los extintores convencionales, existen extintores especiales diseñados para incendios menos comunes pero de alto riesgo.
Aplicación: metales combustibles como sodio, magnesio, titanio, aluminio en polvo.
Agente extintor: polvo especial que crea una costra aislante.
Uso típico: industria metalúrgica y laboratorios químicos.
Aplicación: incendios en aceites y grasas vegetales o animales, típicos de cocinas profesionales.
Agente extintor: acetato de potasio, que enfría y saponifica las grasas.
Ámbito: restaurantes, hoteles, catering, cocinas industriales.
Estos tipos de extintores se están convirtiendo en imprescindibles en sectores con riesgos específicos y regulaciones estrictas.
Clasificación de incendios: la clave para elegir el extintor adecuado
La clasificación de incendios determina los tipos de extintores a utilizar:
Clase A: materiales sólidos (madera, papel, textiles).
Clase B: líquidos inflamables (gasolina, disolventes).
Clase C: gases (propano, butano, gas natural).
Clase D: metales combustibles (aluminio, sodio).
Clase K o F: grasas y aceites calientes (cocinas).
Elegir el extintor erróneo puede resultar ineficaz e incluso peligroso. Es esencial que cada espacio esté equipado con el agente adecuado.
¿Qué tener en cuenta al instalar y mantener extintores?
La normativa vigente en seguridad contra incendios (como el RIPCI en España) establece criterios claros sobre la instalación, mantenimiento y revisión de extintores.
Ubicación: visible, accesible, señalizada y con distancia máxima de 15 metros entre equipos.
Revisiones: mensuales por el usuario; anuales y cada cinco años por empresa certificada.
Recarga y prueba: cada vez que se utilicen, aunque sea parcialmente.
Contar con un buen proveedor dentro del mundo extintor es fundamental para asegurar la eficacia y el cumplimiento legal.
Importancia de la formación en el uso de extintores
Aunque se disponga del tipo de extintor adecuado, si los usuarios no saben utilizarlo correctamente, su eficacia disminuye drásticamente. Es recomendable realizar formaciones periódicas que incluyan:
Reconocimiento del tipo de fuego.
Selección del extintor correspondiente.
Técnica de uso: método PASS (Pull, Aim, Squeeze, Sweep).
Seguridad personal y evacuación si es necesario.
La combinación entre el extintor adecuado y la capacitación efectiva salva vidas y protege instalaciones.
El mundo extintor exige precisión y conocimiento
Dentro del mundo extintor, conocer los diferentes tipos de extintores y su correcta aplicación es una responsabilidad ineludible para empresas, comunidades y particulares. La seguridad contra incendios no es solo una cuestión normativa, sino una inversión en prevención, protección y tranquilidad.
Dotar a cada espacio con el extintor correcto, mantenerlo en perfecto estado y formar al personal en su uso son los pilares fundamentales de una estrategia eficaz contra incendios.
No se trata solo de cumplir con la ley, sino de proteger vidas.